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100 años del barrio El Prado, Barranquilla

Actualizado: 7 ene 2023

A propósito del centenario de creación de este barrio de la arenosa, es importante resaltar su origen, sus principales características y aportes al desarrollo de la ciudad.



Realizado por Luis Acosta Villarreal. 19 de octubre de 2020.


Como se ha escrito en anteriores ocasiones, esta urbanización fue creada por el ciudadano estadounidense Karl Parrish. Este en 1918 llegó a Barranquilla y pactó con Manuel De la Rosa la compra de algunas hectáreas de tierra de la finca El Prado. (Durán & Ortega, 2009). Es decir, que si bien es cierto que dos años antes de 1920, ya existía el espacio físico con el nombre anteriormente mencionado, no seria sino hasta dos años después que constituyendo la compañía urbanizadora El Prado se empiezan a elaborar los diferentes tipos de inmuebles para urbanizar este espacio, el cual seria el primer proyecto urbanístico de Latinoamérica. Y esto se debía al alto nivel de detalle, la elaboración de un boulevard central, los grandes antejardines, las columnas que soportaban las estructuras y los esbeltos detalles. Además de la introducción del acueducto, alcantarillado sanitario, pavimentación de calles y servicios de electricidad. Sin duda, una gran gestión de desarrollo en ese momento histórico.


Ante tal proyecto de gran ambición y proyección, Karl Parrish solicitó a The Central Trust Company, un banco de Estados Unidos un préstamo de 4.000.000.00 de dólares (Durán & Ortega 2009). El negocio estaba en adecuar las instalaciones, hacer comercial el barrio y vender por el doble o el triple estos inmuebles. A cambio, se modernizó Barranquilla y se volvió epicentro del desarrollo económico y humano en todo el continente. Por ello, también se construyó la carretera en sentido sur-norte hacia Puerto Colombia, buscando una conexión para los habitantes del barrio con el mar. Por lo tanto, este patrimonio arquitectónico de Barranquilla hizo el aporte estilístico de aquella época con una mezcla de estéticas traídas por las comunidades migrantes y las poblaciones nativas, en el contexto en el que emergían las dictaduras europeas y del proceso migratorio que hubo a nivel mundial hacia muchas ciudades de Latinoamérica, entre esas Barranquilla, que fue una de las que más atrajo a personas por las condiciones geográficas entre el mar y el río (Solano 2020).


Pasando ya del origen, es ahora tiempo de traer algunos aportes de esta urbanización en el desarrollo de lo que hoy es Barranquilla, este barrio es motor de su existencia. Como así lo constata la siguiente fuente, citada por Duran & Ortega, (2009)


Como se evidencia, en solo dos años, de 1920 a 1922, la población de la ciudad y la extensión urbana creció en gran medida, con 130.17 hectáreas, no existía en Barranquilla otro núcleo urbano con mayor desarrollo, fue el barrio El Prado el barrio más determinante en esta ciudad, ningún otro proyecto urbano ha podido equipararse a él. Ni en los más recientes. Ya qué, como se mencionó anteriormente, Barranquilla en la segunda década del siglo XX se convirtió en un lugar con los brazos abiertos para migrantes que huían de la primera guerra mundial. Así como otro aspecto fundamental, es que Montecristo fue el primer barrio construido por invasión ilegal en la ciudad en 1916. Es decir, desde la episteme de la creación de la ciudad, estuvo marcada por la dicotomía de la legalidad y la ilegalidad, la formalidad y la informalidad, aspecto que denota la falta de planificación de los gobernantes.


Luego de este pequeño aporte, el desarrollo fue fructífero hasta 1993 en donde se construyó la urbanización El Country Club con 24.8 hectáreas de extensión urbana. Pero también, se demarcaba la anterior desorganización estatal correspondiente a la disposición del territorio, entre 1983 y 1993 se realizaron 209 hectáreas de extensión urbana por invasión (Duran & Ortega, 2009). Y esto respondía a que, lo que seguía en el pensamiento político nacional era la expansión de los pequeños territorios, en 1999 se crean las áreas metropolitanas de Barranquilla, es decir, la adhesión de los municipios más cercanos como nexos estratégicos de comercio y maniobras políticas.


Es decir, que Barranquilla fue expandida, invirtieron el presupuesto público en el norte de la ciudad, en donde apenas y existían lotes como en el inicio del siglo XX, pero como consecuencia, El Prado fue relegado a un segundo plano, la invasiones son cada día más y la planificación una ilusión, que tan desafortunadamente, con esta pandemia mundial, encontró un agravante, la distancia impidió la serie de eventos con que se buscaba resaltar e invitar la comunidad en general, a mirar hacia el pasado y revivir la planificación como una alternativa a los problemas que aquejan a la ciudad en lo que llevamos de casi dos décadas del siglo XXI, la informalidad, la sobrepoblación y vulnerabilidad de la mayoría de habitantes, que padecen la pobreza y la miseria con vehemencia.



Referencias bibliográficas


Durán, R. A. V., & Ortega, A. V. (2009). Barrio el Prado. Hito histórico y urbano de Barranquilla. Universidad del Norte.


Solano Naizzir, L. (2020). El barrio El Prado: un museo vivo para el futuro de Barranquilla.

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