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Arquitectura de la resistencia: el nuevo desafío del arte postmoderno

Actualizado: 7 ene 2023

Basta con mirar los acontecimientos actuales en todo el mundo y reclamar a unisonó un cambio en la dinámica mundial de la relación sociedad-naturaleza.


Realizado por Luis Acosta Villarreal, 17 de agosto de 2019.


Dichos acontecimientos se intercalan, lastimosamente, entre desastres en la naturaleza ocasionados por la acción humana, la discriminación económica y los delitos xenofóbicos.


En este sentido, es eje de estudio en el mundo post moderno o de los tiempos actuales buscar la solución ante estas problemáticas, en esta pequeña reflexión se reducirá el análisis a una de las 7 bellas artes, la Arquitectura. La cual es algo más que una edificación, encierra un mundo entero en cada creación. La Arquitectura denota un rastro distintivo de la humanidad durante un periodo de tiempo específico y como respuesta a unas necesidades presentadas en dicho contexto. Las pirámides de Egipto, las murallas en Roma, los palacios en la época Feudal en Europa Occidental y luego en la Europa Oriental, las pirámides Mayas, Incas y Aztecas que fueron eje de civilización en América, las fabricas en el inicio del capitalismo en Inglaterra, los modelos de ciudades estilo laberinto en Asia, el apego autóctono de los africanos en sus edificaciones, las gigantescas edificaciones con lujosas ventanas en el movimiento arquitectónico moderno, la tranquilidad de los diseños del Art Deco, la Bauhaus, en fin, la Arquitectura podría decirse que es una identidad que se refleja en una construcción que representa la sociedad de su época.


/Imagen extraída de Luis Ordoñez WordPress.


Ahora bien, los diseñadores arquitectónicos han sido atrapados por los dueños de los medios de producción, se ha “neoliberalizado” la producción de las edificaciones, ahora el ingeniero también diseña, se prioriza la producción de ingresos al propietario de la obra que al disfrute de quienes utilizaran esta edificación, es decir, este tipo de Arquitectura se convierte en discriminación económica como se ha mencionado hace poco.


Se discrimina tanto a los futuros Arquitectos porque si no se suman a este tipo de producción se reduce en gran medida su oportunidad de ingreso al mercado laboral y también a las personas que no pueden acceder a los establecimientos por deseos de sus propietarios, en este caso privados. Un ejemplo de esto son los grandes centros comerciales, si bien es cierto que se pueden visitar, encuentran rechazo económico social cuando no tienen poder adquisitivo para comprar, para esta sociedad de consumo quien no compra, no gasta, no aparenta, no vale. En palabras de Simone (2009), “el consumidor compra para mejorar o extender un “yo” ya confeccionado previamente. Según interpretaciones postmodernas del ser, el consumidor compra para completar y construir un “yo” que ya es y siempre será carente de algo”.


Por consiguiente, cambiar este contexto, trascender del consumo y de la neoliberalizacion del mundo es menester. Uno de los escenarios en donde podemos empezar es volver a liberar a la bella arte de la Arquitectura de los dueños de los medios de producción y convertir las edificaciones en espacios de asociación y construcción de sociedades criticas, que de hacedero de alienación y en este caso, discriminación económica.


La Arquitectura de la resistencia es el llamado para trascender al post capitalismo, estimular conciencia de mundo, revalidar la dinámica en la relación sociedad-naturaleza, encaminarnos a la bioética y la producción de energía renovable o limpias, que la Arquitectura produzca y no reduzca, que de rienda suelta al sentir social, al reclamo de identidad y no de la simple acumulación del capital, que lleva más de un siglo acabando las relaciones humanas, quitando barreras “físicas” con las redes sociales, pero excluyendo a los que no las tiene, se oculta un mundo que no atiende esas lógicas, se intenta desconocer al otro, por ejemplo los pueblos aborígenes de todos los continentes que se comunican con otros códigos y no con los electrónicos. Y esto conlleva a atropellar sus territorios, atropellar la naturaleza que si sigue a este ritmo acelerado solo nos queda la extinción como especie.

Referencia bibliográfica

De Simone, R. L. (2009). Arquitectura como Producto Cultural de Consumo. Santiago: Pontificia Universidad Católica de Chile. Recuperado en, 6.

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