Movimiento Moderno en Colombia; caso Barranquilla
- Arquitectura para tantos
- 16 ago 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 7 ene 2023
Para comprender este proceso es necesario situarnos en el contexto histórico. Una república llena de disputas políticas entre conservadores y liberales. Donde, los liberales sufrieron retrasos en sus políticas de avanzada en términos económicos y sociales, principalmente el gobierno Alfonso López Pumarejo.

Realizado por Luis Acosta Villarreal 20 de agosto de 2020.

Debido a que, los mismos liberales en su partido tenían fracciones a fines a los proyectos conservadores. El retroceso del país y la corrupción, el peculado público. Bajo esta perspectiva surgió una tercera fuerza en términos políticos. Un gobierno militar, el general Rojas Pinilla se vuelve presidente y establece el sufragio femenino y la televisión en nuestra nación, aires de modernidad soplaban en nuestra nación, y también, una especie de estabilidad.
/Gustavo Rojas Pinilla.
Pero esto no gustaba a los dueños del país. Laureano Gómez y Alberto Lleras Camargo firman en España el llamado Frente Nacional, se dividieron los mandatos presidenciales en el país durante los siguientes 16 años a partir de 1958 hasta 1974. El conservadurismo fue la premisa general, como cito William Ospina en Pa que se acabe la vaina, “Lo que diferencia a los conservadores de los liberales es que los primeros van a misa de mañana y los otros a misa de la tarde”.
Ahora bien, asoma en este contexto histórico el movimiento arquitectónico moderno. Cabe resaltar que no empezó con autores, ni arquitectos colombianos, fueron extranjeros radicados en nuestros país como Leopold Rother (colombo-alemán), Ernesto Blumenthal (colombo-alemán) y Bruno Violi (colombo-italiano) entre otros. De sus esfuerzos y trabajos en esta profesión ayudan a la formación de la facultad de Arquitectura en la Universidad Nacional en 1936, luego cuando empezó a generar egresados los impactos se evidenciaron en la nación en 1944 En donde primo en sus obras arquitectónicas la forma abstracta, abandonando la figuración y el repertorio clásico propio de la anterior época. El desarrollo del inconsciente, la intuición, la magia, lo surreal, lo subjetivo, podríamos decir que el alma estaba suelta en cada expresión arquitectónica.

Además de estas actuaciones individuales, el ministerio de cultura en 1945 influenciado por Le Corbusier, -tal vez el más grande arquitecto de este movimiento- con sus cinco puntos de la nueva arquitectura, 1) uso constante y afirmativo del concreto, 2) pilotes como estructura, 3) plantas libres, 4) grandes luces, 5) cubiertas planas, formas prismáticas, modelación,

repetición, brutalismo y estética maquinista. Le dieron un sentido más estético a las edificaciones, que posteriormente también tendrían una función social. Ciudades como Santa Marta, Cartagena, Cúcuta, Bucaramanga, Ibagué, Manizales, Pereira, Tumaco, Cali, Medellín, Bogotá D.C., Girardot y el distrito de Barranquilla, -que en ese periodo histórico era catalogada municipio- tuvieron obras arquitectónicas de avanzada, en donde enfatizaremos en nuestra ciudad, la arenosa.

El edificio de la Caja Agraria tuvo impactos sociales y arquitectónicos interesantes, los cuales resaltaban para ser de esa época. El primero es la participación social, se abrió un concurso para su diseño y construcción en 1961, algo antes no visto. Donde la Universidad del Atlántico tuvo participación con profesores de la talla de Victor Chi won entre otros, que aporto sus saberes en suelos, además de los demás aportes sobre ubicación y clima de otros profesionales en esta área, es decir, el detalle para su creación, además de la elaboración conjunta es un aspecto de suma relevancia. Y dos, que tal edificación pudo coexistir con edificaciones más antiguas, que no todo lo reciente debe
/Edificio Caja Agraria Barranquilla
eliminar las otras obras, esta coexistencia arquitectónica es un ejemplo de la coexistencia social que debemos tener con nuestra generación y las otras más adultas, el respeto mutuo y el trabajo conjunto en pro de elaboraciones tan detalladas, estéticas, de función social y de alta calidad como esta.

Finalmente, no podemos hablar de Barranquilla, sino hablamos del barrio El Prado. Conocido anteriormente por Alto Prado, se construyo en 1918 por inversores norteamericanos, con conexión al centro de la ciudad –en ese momento histórico muy cerca, la ciudad no tenía la expansión actual- la ejecución de aéreas para equipamientos, zonas verdes y lotes
con amplios antejardines. Se gestó un
/Barrio El Prado actualmente, Barranquilla.
proyecto de modernidad extremamente avanzado para esa etapa y para Colombia en general. Sobriedad formal y manejo de mecanismos de control climático específicos para el lugar. Una arquitectura adecuada no solo al tiempo, sino al espacio, este giro del clasicismo al modernismo arquitectónico.
Si bien es cierto que en sus inicios se puede hablar de una especie de uniformidad en el diseño de las casas, lo que ha predominado históricamente es la variedad de diseño en este barrio. Los edificios de muchos pisos, estilo Republicano, Art Deco y el mismo moderno, debido a que no solo norteamericanos vivieron en esta ciudad, árabes, alemanes, cubanos y demás extranjeros aportaron sus estilos y dejaron legado en nuestra ciudad, esto nos da pie para generar posibles investigaciones, este terreno está en pañales a comparación de la investigación de diseño urbano en otras ciudades y distritos del país, como Medellín y Bogotá D.C. respectivamente.
Luego de este recorrido histórico, se deja en claro al menos dos cosas importantes en la comprensión del movimiento moderno en nuestra nación, y puntualmente en Barranquilla. Lo primero es que, la arquitectura en este tiempo fue resistencia a gobiernos anacrónicos que se negaban a dar aires de modernidad a nuestro país, fue el método que abrió paso por sus innovaciones para ayudar a transformar esa realidad social. Y dos, la arquitectura también ha sido espacio de visualización del pensamiento de liberales en ese espacio conservador que vivía el país, la influencia extranjera mediante las obras arquitectónicas permitieron la expresión de nuevas ideas en esta nación, bajo esta perspectiva, este espacio de modernización complemento la resistencia y permitió los avances sociales y arquitectónicos del cual hoy gozamos, deberíamos volver la mirada hacia ellos y actuar para su conservación y valoración cultural.
Referencias bibliográficas
Fontana, M. P., Henao, E., Llanos, I., & Mayorga Cárdenas, M. Y. (2008). Ciudad y arquitectura moderna en Colombia: 1950-1970: presencia y vigencia del patrimonio moderno. Gaceta del patrimonio, 1-20.
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