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Un año sin Chema

El pasado 12 de abril se cumplió el primer aniversario del fallecimiento del Arquitecto José María Fernandez o 'Chema' como le decíamos en la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Atlántico, un día antes del fallecimiento del también arquitecto Carlos Bell.

Transcurría un semestre académico extraño, las clases virtuales habían llegado y aunque José María no se adaptaba tanto a esta nueva realidad, ponía de su parte para continuar dando clases y sus eventuales proyectos. Entre esos, la intervención de la iglesia San José, el castillo de la Alboraya, e incluso, a finales de Marzo e inicios de Abril, firmó un contrato para realizar la documentación de algunas calles de la ciudad de Barranquilla, para un proyecto de intervención donde estaría involucrado en el diseño el 'Equipo Mazzanti', un estudio de arquitectura relevante en el mundo y que en la ciudad ya ha dejado evidencia con varias edificaciones, entre ellas, la intervención del estadio Romelio Martínez.


Según una fuente cercana al arquitecto José María, al rededor del 5 de abril de 2021 tuvo una reunión en la iglesia San José, la cual planeaba ser intervenida bajo su dirección, expresó que le ilusionaba 'según sus propias palabras' para que muchos de sus estudiantes en la facultad pudieran realizar sus prácticas laborales en tal proyecto. El día siguiente, anormalmente, no se sintió del todo bien, por lo cual se retiró temprano de su oficina, cosa que habitualmente no ocurría, y subió a su casa descansar. El jueves 7 de abril, recibió como respuesta a pruebas que había dado positivo en Covid-19, su deterioró fue rápido y repentino, tanto que me abruma escribir el impacto recibido por sus familiares y amigos, fue como morir en medio de una gripe que nadie esperaba, aunque mayor en edad, no le sobraban ganas o energía para continuar desarrollando sus proyectos y la docencia, murió en 2021 y desde hace ya varios años venía expresando que 'se iba a retirar'; fue de esos profesores que parecen padres -Expresan estudiantes- de esos que te regañan porque te quieren y te corrigen porque te exigen y esperan que te esfuerces y hagas lo mejor de ti, no 'algo mediocre' como el mismo decía.

Fotografía interior de la iglesia San José de Barranquilla.

No es de sorprenderse que una persona tan apasionada por su profesión como el haya encontrado un lugar en Barranquilla. La ciudad tiene claros antecedentes de cómo se ha destruido el patrimonio arquitectónico en la ciudad desde décadas, y su figura representaba a los ciudadanos que sentían que la protección de la historia de la ciudad a través de la conservación de ciertos edificios que históricamente representaron un momento o tuvieron simbólicamente una importancia, o por su estilo arquitectónico. Representaba a quien quería conservar una plaza y una iglesia, en lugar de que ésta fuera atravesada por una carretera o diera paso a un edificio residencial o un supermercado.


Los centros históricos como los conocemos, como el de Quito, Cartagena de Indias, Bogotá eran la visión que él esperaba que se le diera a la ciudad de Barranquilla, y en gran medida, hoy vemos como su influencia y sus iniciativas fueron tal que hoy existen ya varios edificios recuperados y varios planes de recuperación urbana en el centro histórico de la ciudad, incluye la peatonalización de calles y revitalización de varias zonas.


Está nueva Barranquilla que estará lista en un par de años, que será como un centro de ensueño donde todos, incluyéndome, disfrutaremos estar y de lo cual querremos ser parte, ha sido defendida desde la academia y en el oficio por el Arquitecto José María, eso ha representado para quienes le conocen, en la ciudad, y en la región.


Eso que parece obvio hoy, porque ya existen planes en marcha, no es la realidad que vivió, al contrario, fue crítico y pudo vivir de primera mano la abrumadora demolición del barrio el Prado y sus alrededores en el momento donde la idea de modernizar trae consigo la construcción en altura y el desconocimiento del patrimonio en cualquier expresión.

Como persona dejaba clara sus posturas y su disgusto ante lo que no le parecía correcto, lleno de defectos como todo ser humano, pero recordado por sus múltiples virtudes, como docente siempre expresó públicamente su apoyo a los estudiantes como la arteria y el corazón de la universidad, se sintió estudiante hasta sus últimos días y representó las ideas de mirar hacía el pasado para aprender de él, valorarlo y apropiarse.


Resaltando la importancia de sus ideas, de su trabajo profesional a lo largo de su vida, su trabajo en la academia, como docente, Barranquilla le debe mucho al trabajo y sobre todo la inspiración que representó José María, para muchas y para muchos, en los próximos años, generaciones de arquitectos darán continuidad a su trabajo, y en la memoria de la ciudad quedará que fue el quién en gran parte ayudó a recuperar esa apropiación patrimonial desde las facultades. Solo la historia lo dirá, en los libros y en la memoria de las personas se le recordará con la importancia y el carisma que aportó a la ciudad, es una de esas personas que hará falta en su presencia, por su carisma, pero también por la calidad de sus palabras y sus ideas, hoy y siempre, con todo el respeto hacia su familia, descansa en paz.


Columna escrita por: Horduz


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